Amor por el planeta

Si todos procuramos vivir solo con lo que necesitamos, sin excesos y de forma eficiente, nos daremos cuenta de que, con el tiempo, la Tierra nos devolverá ese amor que le estamos entregando. No se trata de no tener bienes ni de vivir en la pobreza, sino de tomar la decisión de poseer aquello que nos brinda suficiente satisfacción para no necesitar nada más.

Esta sección cierra y completa el trío de amores y es, para mí, la más importante de todas. Lo llamo «Trío de Amores» sin doble intención, porque sería el trío perfecto: amor propio, amor por los demás y amor por el planeta. ¿Qué más podemos pedir? En conjunto, este trío de amores haría de este un mundo perfecto.

Se han producido cambios sociales importantes gracias a visiones del mundo que han surgido a partir de un cambio de conducta en quienes las han hecho públicas. Por ejemplo, Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus son dos emprendedores del bienestar del planeta que llevaban una vida normal, con un trabajo de oficina y carreras profesionales exitosas. Sin embargo, comprendieron que lo que hacían no estaba del todo bien. Se dieron cuenta de que las organizaciones para las que trabajaban no respetaban a sus clientes, obligándolos a adquirir productos que no necesitaban, incluso sin su autorización. Un día decidieron dejar de hacer daño y renunciaron. Yo pasé por una situación similar trabajando para una gran corporación y, al cabo de un tiempo, me sentía enfermo, confundido y desgraciado. Finalmente, opté por no continuar allí.

Fields y Ryan comprendieron que es posible ser felices cambiando su conducta respecto al consumo, y esto, a su vez, protege al planeta. Ellos no están en contra del consumo per se o del dinero; de hecho, son consumidores de los productos más costosos y avanzados que existen. Compran ropa de buena calidad y tecnología de última generación. Lo que ellos predican es que no es necesario tener en exceso o de sobra. Es decir, solo poseen ropa que usan, viven bien, pero nada les sobra. Su movimiento se llama minimalismo y ellos se autodenominan «Los Minimalistas».

Esta idea del minimalismo es simple: se trata de consumir solo lo que necesitamos, no acumular objetos que no usamos ni comprar cosas que terminaremos desechando. Esto reduce el impacto ambiental de forma significativa y expresa nuestro verdadero amor por el planeta.

Según estudios realizados, más del 30 % de lo que guardamos en el armario nunca lo usamos y termina en el relleno sanitario, dañando la tierra y dejándola estéril e inútil. Compramos compulsivamente y, del mismo modo, generamos desechos que contaminan ríos y mares. Esto también provoca una constante producción industrial que contamina el aire, creando un círculo vicioso de producción y consumo.

Si todos procuramos vivir solo con lo que necesitamos, sin excesos y de forma eficiente, nos daremos cuenta de que, con el tiempo, la Tierra nos devolverá ese amor que le estamos entregando. De nuevo, no se trata de no tener bienes ni de vivir en la pobreza, sino de tomar la decisión de poseer aquello que nos brinda la suficiente satisfacción para no necesitar más.

Si nos sobra dinero, podemos pensar en invertirlo de manera que refleje nuestro amor por los demás y por el planeta. Podemos destinarlo a sembrar árboles, financiar artistas y deportistas, apoyar proyectos de investigación, contribuir a escuelas y estudiantes, o ayudar a quienes lo necesitan mediante donaciones a hospitales o comunidades que requieren apoyo en viviendas y sistemas sanitarios eficientes. Hay tantas cosas positivas en las que se puede invertir sin desperdiciar recursos en objetos que nunca utilizaremos o realmente necesitamos.

Finalmente, quiero hablar sobre Bob Marley y John Lennon. Ambos nos dejaron un legado musical extraordinario. A su manera, cada uno aportó una visión de amor y paz: Marley, en muchos casos, con un profundo sentido espiritual y religioso; Lennon, desde una perspectiva sin afiliación religiosa. Sin embargo, ambos compartían un profundo amor por los demás y por el planeta. Ambos se manifestaron en contra de la guerra y a favor de la vida.

Mi planeta perfecto sería este mismo; sin duda, la Tierra es increíblemente hermosa, generosa y extraordinaria en comparación con los otros planetas que nos muestran en televisión. Estaría lleno de personas que se aprecian, reconocen y respetan, que se apoyan y trabajan por el equilibrio social y natural, donde todos los seres vivos—humanos, animales y plantas—conviven en simbiosis y armonía.

Yo me lo estoy tomando en serio. El amor es la respuesta.

http://www.theminimalists.com/

http://www.bobmarley.com/charity/

Cover Photography by WallDevil

China Pollution photo by Ng Han Guan

Water Pollution Photo by MIDC

2 comentarios sobre “Amor por el planeta

    1. Grcias por tu comentario Jef ! Así es, un pequeño esfuerzo a cambio de un mejor planeta. Lo mejor de todo es que al cabo de un tiempo se evidencia un ahorro substancial en las finanzas personales, lo que nos permite viajar o invertir el dinero en cosas menos destructivas.

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